02 noviembre 2008

Ateismo, ni de izquierdas ni de derechas!

Hubo un debate en el group "Ateos en Peru" sobre si los ateos son de izquierdas (socialistas , comunistas o como se les denomine) o de derechas (conservadores, burgueses, etc). La mayoría de ateos que conosco se reconocen socialistas, es decir creen que la gente debe alcanzar las mismas condiciones de desarrollo, aunque la igualdad nunca se da hacia arriba sino hacia abajo, condenando a quienes destacan a estar al mismo nivel de los mediocres.

Estos ateos abominan de la derecha y del libre mercado (cuando en realidad lo que tenemos en muchos lados e incluso en nuestro país es una tira de empresarios mercantilistas que usan al estado para obtener favores y reglas de juego que los libera de la competencia que un Mercado Libre exigiría ).

Tanto la izquierda (representada por los saqueadores de riqueza) como la derecha (conformada por los mercantilistas ) emplean al estado para robar al resto de ciudadanos que no pueden influir en este, ambas son igual de abominables e inmorales.

Ante esto existimos ateos libertarios contrarios a la explotaciòn del hombre por el colectivo tanto religioso como social.

Me permito cerrar esta entrada con un extracto de "El Manantial" de Ayn Rand, en la cual el apostol del colectivismo Toohey Ellsworth le dice al paràsito Peter Keating:
"Observa el movimiento de pinzas. Si te asquea la versiòn de la izquierda, te metemos en la de la derecha. Estàn bajo nuestro dominio. Hemos cerrado todas las puertas. Hemos trucado la moneda. Cara - colectivismo socialista, y seca - colectivismo facista..."
Gato Randiano

10 setiembre 2008

Reconstruyan las Torres


Mañana se conmemora otro aniversario del ataque a las Torres Gemelas del WTC, recuerdo que en ese momento no me importó mucho mas que la noticia, después cobre conciencia de lo que ese ataque significó no solo a una ciudad o a un país sino a todo un sistema de vida en la que, mayormente, la razón, la libertad y la búsqueda de la felicidad que caracteriza a Occidente es envidiada por otros.

Hace un par de años hablé con mi prima que vive en Nueva York y le comenté que porque no reconstruyen las torres:
- José, y si las vuelven a destruir?
-Pues para estas tu y todos los nuevos usamericanos, para que pongan el pecho por su ciudad y si se caen las vuelvan a reconstruir.


Tiempo después leí en "El Manantial" otra novela de Ayn Rand, una frase de un personaje al referirse a Nueva York:
“siento que si una guerra llegara a amenazar esto, me gustaría lanzarme al espacio, sobre la ciudad, y proteger estos edificios con mi cuerpo"


Me alegro que Ayn no haya vivido para ver esa destrucción, pero estoy seguro que de haber pasado eso, al igual que Oriana Fallaci, también se hubiera puesto de pie para defender sus ideales de Razón y Libertad.

Gato Randiano

31 marzo 2008

Reivindicando al Perro del Hortelano

Reivindicando al Perro del Hortelano

El artículo del presidente García titulado “El Sindrome del Perro del Hortelano”, propugna un uso más eficiente de los recursos naturales mediante la intervención del sector privado, recursos que son propiedad del Estado previa expropiación a los ciudadanos. Dicha premisa ha motivado que se califique de un viro a la derecha por parte del gobierno o que está siguiendo un modelo “neoliberal”.

Dentro de su artículo, el presidente habla de la figura del “Perro del Hortelano” aplicado a que el Estado no podía disponer de manera eficaz sobre los recursos bajo su potestad y que debería permitirse al sector privado su administración eficiente, pero ¿tiene el estado capacidad moral alguna para disponer sobre los bienes que no le pertenecen?, claro la Constitución y las leyes dicen que los recursos naturales son de titularidad del Estado, ¿chévere, no?, los gobernantes se dan la ley a la medida de sus necesidad como un traje, y encima gratis. (supuestamente)

La fábula “inspiradora” trata de que en una granja un toro se apresta a comer una porción de pasto que no le corresponde (porque sino se la hubieran dado) y cuestiona la negativa del perro del hortelano quién lo pechea y le enseña los dientes, cumpliendo su labor de preservar los alimentos acorde a las indicaciones del dueño y no dejar que venga cualquier antojado a disponer de ellos, como respuesta, el toro mismo resentido social se va y dice “ni comes (ni robas), ni dejas comer (ni dejas robar)”.

Lo que el presidente García ni sus críticos de la izquierda por igual no se han percatado es que el perro es del hortelano, es decir trabaja para un privado, no es el “perro del burócrata” que obra mal en restringir a los ciudadanos el acceso a la riqueza que les pertenece y que es robada por el Estado ya sea mediante impuestos o restringiendo sus derechos de propiedad mediante las licencias que hay que realizar para iniciar y mantener un negocio, bajo penas de cierre o multas.

Se equivoca el presidente García al comprar al Estado ladrón e ineficiente con dicho personaje, el Perro tiene el permiso del Hortelano para disponer sobre sus bienes cual administrador, a diferencia del Estado es un pésimo administrador.… de lo robado.

Es por eso que desde esta columna reivindicamos a un personaje tan injustamente vilipendiado.

El Gato Hortelano